Para tener contacto con todo el cuerpo los componentes fundamentales de este sistemas son EL CORAZÓN, LA SANGRE Y VASOS SANGUINEOS (venas, arterias y capilares.
El corazón, estructura de tipo musculosa, consiste en dos camaras independientes entre sí: la derecha, siempre con sangre pobre en oxígeno proveniente de las venas cava superior e inferior, y la izquierda, siempre con sangre rica en oxígeno proveniente del pulmón. Cada uno de ellas se encuentra dividida, a su vez, en una aurícula superior y un ventrículo inferior. Mediante sucesivos movimientos de dilatación y contracción, diástole auricular-sístole auricular-sístole ventricular, el corazón impulsa la sangre por los vasos sanguíneos, en un ciclo que se repite unas setenta veces por minuto.
La sangre, tejido líquido compuesto por agua y sustancias orgánicas e inorgánicas disueltas, llamado plasma sanguíneo, y tres tipos de células especializadas, (glóbulos rojos, blancos y plaquetas), cumple una serie de funciones indispensables para el organismo: transporta el alimento y el oxígeno para las células, recoge los elementos de deshecho producidos por el metabolismo, cumple funciones de defensa del organismo y ayuda a regular la temperatura corporal.
Los vasos sanguíneos constituyen una enorme red que alcanza hasta la última célula del cuerpo, mediante tres estructuras especializadas, las arterias, las venas y los capilares. Gran parte de las enfermedades del sistema, afectan a esta delicada estructura conductora.
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